viernes, 13 de febrero de 2015

DEL MOTOTAXI DE MESSI A LA BARCA DE CRISTIANO













   Mis mejores fotografías siempre son solo, y subrayo solo, las que hace la retina de mi ojo izquierdo sin artefacto fotagráfico por medio; son con mucha diferencia y sin discusión posible mis obras maestras, las que jamás ningún editor gráfico me valorara, ningún jurado de concurso fotográfico me premiara, ninguna sala de exposiciones colgara, ni siquiera las que los de Cien Ojetes con su mala uva y acido humor podrían criticarme; son fotos que ninguna gelatina con sus haluros de plata tan sensibles a la luz, ni sensor foto-electrónico llámese  CCD, CMOS, Foveon X3 o el Coño de la Bernarda jamás captaran, capturaran o simplemente dibujaran. Fotografías como aquella de Messi junto a su moto-taxi en las afueras de Paita camino de Islilla y su blanca, producto de los excrementos de sus aves, isla Foca; o aquella de un pez de carne y espinas, en bicicleta por la panamericana norte a su paso por Zorritos dirección a la gomorra y maleada Máncora.
   Luego están, lo siento de veras, las otras, las menos buenas, que es como decir las malas, las que tu y tus ojos aquí y ahora pueden mirar